El 10 de agosto de 1984 asumió la Presidencia de la República el ingeniero León Febres Cordero miembro del Partido Social Cristiano. Lo que restaba del año 1984 y durante todo el año 1985, la economía estaba convaleciendo gracias a las medidas de ajuste implantadas por el anterior Gobierno. En ese período las cuentas fiscales se encontraban en orden, la reserva internacional continuaba su recuperación, la inflación a la baja, el tipo de cambio estable y la economía registrando crecimientos positivos.
Esta situación comenzó a cambiar en el año 1986 con la brusca caída del precio del petróleo en los mercados internacionales que comenzó a poner presión en las finanzas públicas y las reservas internacionales. Al siguiente año, la situación económica se complicó con la ruptura del oleoducto que paralizó el transporte de petróleo y por consiguiente los ingresos petroleros.
Ante esta situación, el Presidente decidió suspender el pago de la deuda externa pública comercial, lo que tomaría ocho años para reestructurarla. Nigeria y Venezuela le prestaron petróleo al país, para que cumpla con los contratos con terceros y atienda la demanda interna de combustibles. Los gastos de reparación del oleoducto, y la construcción de un ramal que conecte con el tubo colombiano demandaron ingentes recursos que afectaron la estabilidad de las finanzas públicas.
Ante esta situación de emergencia económica, el Gobierno tuvo que tomar una serie de medidas para generar mayores ingresos. Entre las medidas tomadas se decidió elevar la tarifa del impuesto a las transacciones mercantiles, hoy conocido como IVA, del 6% al 10%, es decir un 66,7% de incremento. Si nos ubicamos en la realidad actual, esta medida sería equivalente a incrementar la tarifa del IVA del 12% a cerca del 19%. Así mismo, se incrementaron el valor de los timbres y tasas postales; el Congreso aprobó una nueva ley de impuesto a las herencias, legados y donaciones; se promulgó una nueva ley que creó el sistema impositivo al Consumo selectivo de productos alcohólicos de fabricación nacional; y finalmente se incrementó el impuesto a la renta para las personas naturales.
A pesar de las medidas impositivas adoptadas por la caída de los ingresos petroleros, los mismos disminuyeron en un 35%; las finanzas públicas pasaron de un superávit fiscal de 1.5% del PIB en 1985 a un déficit de -4.3% del PIB en el año 1986.
En el año 1987, la situación económica se complicó aún más por la destrucción parcial del oleoducto que transporta el petróleo para exportación debido al terremoto de marzo de ese año. Para compensar los ingresos fiscales se procedió a la revisión de los precios de los derivados para el consumo interno. A pesar de las medidas tomadas desde el año anterior para aumentar los ingresos, el déficit de las cuentas públicas cerró el año con un déficit de 5.3% del PIB. La economía decreció en 5.2%. La reserva internacional neta cayó de un saldo de $196 millones de dólares registrado en el año 1985 a $64 millones al cierre del año 1987. La inflación cerró el año al alza, igual que el tipo de cambio. La economía estaba pasando por una situación sumamente compleja. Sin embargo, el Gobierno del PSC decidió aumentar impuestos, incrementar el precio de los combustibles para generar mayores ingresos, y así contener el deterioro de las cuentas públicas.
Hoy el país está atravesando una severa crisis económica causada por factores externos. Esta situación toma al Ecuador en una posición de extremada fragilidad con altos desequilibrios presupuestarios, sin ahorros públicos, y con reservas líquidas exiguas, por lo cual, se deben tomar una serie de medidas. Por consiguiente, remitiéndonos a la crisis de los años 1986-1987, en ese Gobierno estuvo bien subir impuestos y los precios de los combustibles, hoy eso está prohibido.
Según esta tendencia política no se debe solicitar a la sociedad su contribución solidaria para solucionar la grave situación por la cual está atravesando la nación. Se olvidan de leer la historia económica que está plasmada en la Memoria Anual del Banco Central del Ecuador, que es un documento importante a revisar para refrescar la memoria.